Ausencia de atrevimiento
Recuerdo con exactitud tu mirada, profunda, tus ojos hablaban, pero tu boca se quedó muda. Todas esas palabras te las guardaste, mientras yo trataba y trato de descifrarlas. Ahora no sé si están viciadas por mis deseos o si sólo quiero repetir una y otra vez la escena y pensar a mis anchas que se te partió el alma como a mí al despedirnos.
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